Hospitales de Marchigüe y Peumo se unen para dar solución social a adulto mayor al que le fueron amputadas ambas piernas

Hospitales de Marchigüe y Peumo se unen para dar solución social a adulto mayor al que le fueron amputadas ambas piernas

21 Junio 2018

En un esfuerzo mancomunado, lograron ubicar a un paciente de la Unidad Sociosanitaria de Peumo, en una vivienda tutelada en la comuna de Marchigüe.

El Rancahuaso >
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Un nuevo capítulo en su historia comienza a vivir Guillermo Sáez Jorge, quien se encontraba internado -desde el año 2017-, en la unidad de Atención Sociosanitaria (UAS), del Hospital de Peumo, a la espera de una solución social.

Guillermo Sáez, de 65 años, sufrió una amputación de ambas piernas, a raíz de una compleja enfermedad denominada Tromboangeitis Obliterante (enfermedad de Buerger). En ese momento comenzó su lento proceso de rehabilitación. Algo que era mucho más difícil de lograr, considerando la carencia de un entorno familiar. Fue así como el Hospital de Marchigüe solicitó al Hospital de Peumo, su internación en la unidad de Atención Sociosanitaria (UAS). 

Cabe señalar que la mencionada unidad es parte de una red sistémica, dispuesta desde el Servicio de Salud O´Higgins, para contribuir a la rehabilitación de personas adultas y de la tercera edad. Así lo explicó la asistente social del Hospital de Peumo, María Fernanda Sepúlveda. “Este paciente cumplía con el perfil que se solicita en la Unidad de Atención Sociosanitaria, que consiste en personas que requieren rehabilitación o continuidad de tratamiento médico o enfermería. Mediante un tratamiento multidisciplinario pudimos mejorar su autovalencia, funcionalidad y calidad de vida. Posteriormente, se activaron las redes para ser reinsertado en la comunidad de Marchigüe, a través de un programa de Senama, que son las viviendas tuteladas. Fue un trabajo que se realizó, en conjunto, con el Hospital de Marchigüe”. 

Guillermo Sáez afirma que si hubiera estado en cualquier otro recinto hospitalario, su recuperación no habría avanzado de la misma manera. “Los funcionarios y profesionales han estado siempre pendientes de mis medicamentos, terapias y consejos. Mi rehabilitación ha sido larga. Me costó mucho adaptarme a las prótesis. Fue como aprender a caminar de nuevo, pero tuve una gran ayuda por parte de los kinesiólogos y los médicos. Para mi esta unidad era desconocida y creo que si hubiera estado en cualquier otro hospital, todo hubiera sido más largo, desde la estadía hasta mi rehabilitación”. 

Hoy ya vive cómodamente en las viviendas tuteladas, proyecto que se gestó en el marco de un convenio de colaboración entre el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama). Ahora será el Hospital de Marchigüe el que estará a cargo de monitorear los avances de don Guillermo. “Su tratamiento va a quedar en nuestras manos. Lo acompañaremos en todo el proceso de volver a reinsertarse en la sociedad. Para nosotros es una gran satisfacción el poder entregar este tipo de oportunidades para las personas”, culminó Carolina Vargas, asistente social del Hospital de Marchigüe.